[Madrid sur] El cinturón rojo que ahoga a los movimientos sociales

Allá en los primeros años de nuestra democracia, las zonas periféricas de las capitales que se nutrían de trabajadores-as migrados principalmente de Andalucía y Extremadura, comenzaban a ser feudos izquierdistas y núcleos de la lucha obrera y social. La zona que nos ocupa, la periferia sur de Madrid, se llegó a denominar “el cinturón rojo”. Este “cinturón rojo” compuesto por las localidades en crecimiento en aquellos años como Leganés, Getafe, Mostoles, Alcorcón, Fuenlabrada y Parla se convirtieron en feudos socialistas y comunistas gobernados principalmente por PSOE y IU. Pero los años pasan y lo que era movilización vecinal y social se convirtió en pactos y acuerdos, lo que era “progreso” se convirtió en caciquismo, y así es como el tan cacareado "cinturón rojo" ahoga a los movimientos sociales, ¡se acabo la progresía señores vecinos!

Como comenzabamos al principio del articulo, allá por aquellos primeros años de la democracia se veía en determinados partidos políticos y candidatos de estos, el símbolo de una ruptura total con el franquismo reciente y aún caliente. Tras los años, los partidos mayoritarios de izquierdas aquellos que pidieron el voto a cambio de mejoras, se sentaron en las poltronas y nada cambio. Es más, empeoro. No estaría de más recordarles a muchos que integran las filas de la progresía, cosas como los GAL, reconversiones industriales, pelotazos financieros, corrupción en los cuerpos de seguridad del estado, Roldan, Ruiz Mateos, Mario Conde.....donde quedaron aquellos años, en los que la rosa quedaba marchita. Las seis localidades que anteriormente hemos nombrado como el motor del “cinturón rojo”, actualmente siguen siendo gobernadas por, bien el PSOE en solitario o bien en coalición con IU, excepto Mostoles, que fue arrebatado por el PP en las anteriores elecciones municipales. Cualquier persona que se denomina de la izquierda parlamentaria estará orgulloso de esto, de como los feudos se conservan. Pero la realidad que vivimos los vecino-as de estos feudos izquierdosos, es otra muy diferente.

Uno de las primeras evidencias que me gustaría resaltar es la cantidad de años y legislaturas seguidas que una sola persona, como alcalde, puede llegar a estar en el poder. Vemos, y tenemos ejemplos claros, a Jose Luis Perez Raez alcalde de Leganés o Pedro Castro alcalde de Getafe durante 24 años y siguiendo. Estos dos personajes, convertidos en caciques al más puro estilo burgues, atiborrados de dinero y ego, pasean por las calles de nuestros pueblos impunes ellos de la corrupción que vivimos, mal gastando dinero publico en absurdezes varias, mientras que a los jovenes mandan a la policía los findes de semana para amedrantar y sancionar. Como vemos tras la fachada más vomitiva de la progresía y el buenrrollismo político de puertas abiertas en los despachos, existe una camarilla de caciques pueblerinos que no hacen si no afincar su poder y corrupción a costa de maquillar una represión cada vez más feroz.

El tema estrella, las normativas del civismo. El “cinturón rojo” va a una como Fuente Ovejua en lo que a represión y presión a los movimientos sociales se refiere. Alcorcón y Leganés han sido pioneros, les siguen Parla y Fuenlabrada que se preparan para dar el paso. Y digo que el tema estrella, porque esta moda tan moderna del civismo es la evidencia clara de la insignificante diferencia entre políticas conservadoras y de “izquierdas”. La nueva manía del civismo vip en los barrios hace estragos. Los movimientos sociales de la zona sur de Madrid, nos encontramos con una política de izquierdas, que nos esta ahogando, nos sanciona y persiguen en nuestras actividades, hacen oídos sordos a nuestras demandas y para colmo mientras que nos pegan de palos por pegar carteles, levantan monumentos del cinismo a la libertad de expresión ¿Se puede ser más de izquierdas?. Eso si, de cara a la ciudadanía (atentos al termino), suelen decir que nos brindan la oportunidad de entrar a los despachos y negociar. Pues bien, ya hemos entrado y nada en claro hemos sacado. Los hechos brillan por su ausencia. El PSOE y IU siguen reprimiendo cualquier iniciativa vecinal y social que se plantea en la zona sur.

Pero no solo su civismo se plantea como problema en la periferia, el ladrillismo manejado por IU principalmente en Leganés, vuelve a poner en evidencia la falta de escrúpulos que la “izquierda” tiene con su pueblo y votantes. EMSULE, empresa municipal del suelo de Leganés, digamos que este es el “chiringuito” de IU, su centro de operaciones. Son varias las claras muestras de especulación que se han dado. Tras la construcción de unos cientos de pisos en el centro de Leganés, que han dado lugar a la creación de la Plaza Mayor se descubre que el terreno ha sido cedido por un estamento eclesiástico destinado a zonas verdes y deportivas, como podemos ver, este destino jamas estuvo en la cabeza de nuestro querido Raul Calle y compañía. En esa misma Plaza Mayor, que como he dicho antes, es el garito de moda para IU de Leganés, se inaugura en plena precampaña electoral un reloj de autómatas. Hasta ahora, en Leganés nadie sabia lo que era un reloj de autómatas, y vuelvo a repetir nuestro querido Raúl Calle nos ha brindado la oportunidad de saberlo y disfrutarlo. Hasta aquí todo parece correcto, si no fuera por las declaraciones de los mismos dirigentes de IU que alegremente nos dijeron que el reloj había costado un millón de euros y que estos, habían salido de los beneficios de la empresa municipal del suelo. ¿Porque genera tantos beneficios el EMSULE? ¿Y si es así, porque no se destinan a otro tipo de servicios?.

Estos pequeños ejemplos, y digo pequeños aunque esto hay que vivirlo, no son más que una mínima parte del cariz que a lo largo de los años han hido tiñendo las políticas antiobreras del PSOE e IU en el “cinturón rojo”, que lejos de al menos contentar con promesas y pequeñas concesiones al proletariado, lo achuchan aún más. Para acabar de rematar el panorama en la periferia estos partidos hacen que tras esta política se extienda un reguero de asociaciones, colectivos y organizaciones que terminan aceptándola y en algunos casos interiorizandola hasta fusionarse a ella.

Reflexiones:

Frente al “cinturón rojo” cada vez más enladrillado, las organizaciones sociales, sindicales y vecinales debemos dotarnos de una autonomía infranqueable que haga de nuestra lucha, algo real y eficaz. Tenemos que fomentar el acercamiento a las personas que componen nuestra más inmediata realidad, nuestro barrio y localidad. Teniendo en cada momento la serenidad que haga reconocer en que posición nos encontramos cada uno, la política y nosotros-as. Llegar a los despachos, si, pero para presionar y exigir lo que nos pertenece. La clave para la defensa de nuestros derechos y libertades, la autonomía de cualquier iniciativa política ya sea en lo local o en lo global.

Rafael Alamillos

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