martes, 30 de enero de 2007

El romanticismo de una farola y la dignidad



Carta del director de Los lunes al sol:

Cuentan en México que una noche estrellada, en una placita solitaria del barrio de Coyoacán, Pablo Neruda rompió una farola de una pedrada para que la joven a la que cortejaba en un banco pudiera ver las estrellas. Pasó la noche en comisaría, pero le valió la pena: había conseguido besarla.

Esta vieja y conocida historia resonaba en mi cabeza cuando escribí la secuencia en la que Santa, el protagonista de Los lunes al sol, se enfrentaba a juicio por haber reinventado el delito de Neruda: romper una farola en el transcurso de una movilización en defensa de su puesto de trabajo y del de sus compañeros. Las risas del público impedían a menudo en los cines escuchar los diálogos entre Santa y su abogado, que le conminaba a pagar la farola. La cantidad era pequeña, y las consecuencias a las que el personaje se enfrentaba en aquel juicio, dolorosas sólo para su amor propio y para su ética del trabajo, que no es poco. Pero la realidad supera siempre a la ficción. La escena que pronto tendrá lugar en los Juzgados de Poniente de Gijón tiene un argumento similar, pero no será divertida. Si nada lo impide, los trabajadores Cándido González Carnero y Juan Manuel Martínez Morala serán juzgados en ella de acuerdo a un guión que nunca se debería haber escrito, porque recupera la inquietante tradición de aplicar soluciones penales a los conflictos sociales. Entre los años 2004 y 2005, cientos de trabajadores se manifestaron en Gijón en defensa de sus puestos de trabajo y sólo a dos de ellos, los más significados por su activismo y su compromiso con la supervivencia de los astilleros a través de los años, se les responsabiliza de los daños que esas movilizaciones causaron en el mobiliario urbano. Ellos se declaran inocentes. Su absolución permitiría la reconstrucción de la confianza en los mecanismos que vertebran el adecuado cumplimiento del contrato social, sin temor a represalias individuales en un marco de demandas e intereses colectivos. A Cándido y a Morala se les acusa de haber roto otra vez la farola de Neruda. No para poder ver las estrellas: para ver mejor el trabajo y a los trabajadores. Dicen que, por amor, al poeta no le importó pasar una noche entre rejas. Hoy escucho a Cándido y a Morala decir en los medios de comunicación que no les importa ir a la cárcel si es por defender el trabajo.

Son éstos tiempos difíciles para los poetas y para los sindicalistas íntegros.

domingo, 14 de enero de 2007

¡Hasta aqui hemos llegado! Motin en el metro de Madrid


La semana pasada, los-as viajeros-as del metro de Madrid se amotinaron, hartos de las esperas, los "apretujones" y la soberbia de vigilantes y "trabajadores" del metro. Los vigilantes de seguridad al no poder acabar con la rebelión de los-as viajeros-as, hicieron venir a los agentes antidisturbios que una vez más hicieron gala de su actitud democratica. Las averias y retrasos en el metro de madrid y demas transportes publicos no son fruto de la casualidad, ni siquiera de las malas condiciones en la que se encuentra si no es la preparación de la PRIVATIZACIÓN que las empresas publicas en España llevan años haciendo, llevandose por delante a los-as trabajadores-as y usuarios-as que haga falta. Y si aqui alguien se rebela......¡Llamamos a los de la porra y el casco!


Por un transporte publico, gratuito y de calidad sin abusos de autoridad.
Fdo. El blog Opina.

Es lo que aún se preguntan los cientos de usuarios del Metro de Madrid que ayer por la mañana fueron desalojados violentamente por la Policía Nacional en la estación de Conde de Casal (Línea 6) después de protestar por las repetidas "averías" que sufren los trenes. Ayer a las 8.50 horas se produjo lo que se venía temiendo: un motín de pasajeros en la 'línea circular' (la 6), provocado por las múltiples "incidencias" que sufren algunas líneas del Metro de Madrid, según fuentes de la empresa. Otros lo llaman falta de mantenimiento, desinversión, disminución del presupuesto que destina la Comunidad al transporte público. En una palabra: prepararlo para la privatización. Dos verías consecutivas en dos trenes que circulaban ayer en plena hora punta por la línea 6 provocaron la rebelión de centenares de viajeros, que se negaron a obedecer la orden de megafonía de desalojar los vagones. Los seguratas no pudieron "poner orden" y tuvieron que llamar a la policía antidisturbios.
La explicaciones dadas por la empresa bordean, si no sobrepasan, el rídiculo: las múltiples incidencias que sufren algunas líneas del Metro de Madrid (sobre todo, en la Línea 6) se deben al "periodo de adaptación a los nuevos trenes o a los sistemas eléctricos". En el caso concreto del incidente de ayer, informan que se trataba de una avería en un convoy detenido en la estación de Conde de Casal, consistente en que "las puertas de uno de los vagones no se cerraban"
En total, las averías en la red del metro aumentaron en 2006 un 32% respecto al año anterior, según un informe sindical. Metro, sin embargo, rebaja ese porcentaje hasta el 7%.
El Sindicato de Conductores de Metro aseguró que los "continuos trastornos" del servicio no son consecuencia "de ninguna movilización encubierta de los trabajadores". "Las constantes averías se deben a la falta de mantenimiento tanto en el material móvil como en las instalaciones", dicen. El enfado de los usuarios era palpable porque los retrasos y averías se vienen reproduciendo regularmente en Metro desde hace varios meses. Al principio informaban de retrasos entre "5 y 10 minutos" que han pasado a ser luego "entre 20 y 30". Un pasajero aseguraba que "en el trabajo ya no nos creen con tanto retraso". Ante las protestas de los pasajeros que deben sufrir estas "incidencias" día sí y día también, la empresa optó por lo seguro y llamó a sus seguros servidores, Policía Nacional y agentes de seguridad del suburbano. La intervención violenta de estas bandas provocó la paralización del servicio en dicha línea durante más de una hora.
Los incidentes comenzaron cuando en la estación de Usera (dirección Sainz de Baranda) por "una avería técnica", según Metro, los pasajeros tuvieron que bajarse de los vagones y esperar en el andén a que llegase el siguiente convoy. Éste ya venía lleno, así que los nuevos pasajeros se apiñaron como pudieron y el tren continuó el viaje. Al llegar a la estació Conde de Casal se produjo otra avería: el sistema de cierre de puertas falló. Por megafonía Metro anunció a los pasajeros que, de nuevo, tenían que bajarse de los vagones. Fue entonces cuando la gente empezó a protestar. Los centenares de viajeros, que ya venían enfadados por el parón anterior, ignoraron el aviso de megafonía y se negaron a moverse de los vagones. "¡No nos bajamos¡ ¡No nos bajamos!", gritaron los sublevados, entre los que había gente de todas las edades. "¡Todos los días igual, hombre por favor, que siempre llego tarde a trabajar!", gritó una mujer a uno de los seguratas que habían bajado a los andenes para hacer cumplir las órdenes de la empresa. Según la Jefatura de Policía de Madrid, el desalojo de los pasajeros se produjo casi sin incidentes y sólo informó de la detención de un hombre por "desobediencia". Sin embargo, muchos testigos aseguran que "varios agentes de la Policía se ensañaron con un joven en la estación de Conde de Casal". "Eran 10 o 12 policías contra un chico joven. Le dieron una paliza brutal: puñetazos, patadas...", relató una mujer que dijo haber presenciado la detención del joven.
"A una mujer embarazada la sacaron del vagón a rastras, peor que a un animal, y a otra casi le rompen un brazo. Se había agarrado a una barra de sujeción y gritaba que le iban a romper el brazo mientras varios policías intentaban sacarla del vagón", relató otra pasajera.
Versión de la empresa y los medios a empresa negó la existencia del motín. Según su versión, "el personal de seguridad pidió a los viajeros que se bajasen del tren y, ante la negativa de los pasajeros, se llamó a la Policía". El desalojo del tren se produjo, siempre según la versión de Metro, "con tranquilidad". Pero en el relato de los incidentes se da a entender, y varios medios burgueses lo dicen claramente, que las quejas de los pasajeros iban contra una supuesta movilización encubierta de los trabajadores de metro. Esas versiones aseguran que "en la estación de Pacífico se comunicó por megafonía que había una avería en la Línea 6 y que los pasajeros tenían que desalojar los vagones. Sin embargo, el mismo convoy reanudó la marcha con aparente normalidad y con muchos viajeros confundidos en su interior. Al llegar a la estación de Conde de Casal, fue el propio conductor el que avisó a los pasajeros de que el servicio estaba interrumpido por una avería en la línea y que tenían que bajarse". Entonces aportan la prueba definitiva: "Una mujer se puso a gritar que era mentira, que no había ninguna avería y que lo que pasaba es que el metro estaba en huelga. Se lo había dicho alguien de un sindicato".
En realidad, según esas fuentes, los trenes funcionan perfectamente, pero los trabajadores engañan a los pasajeros haciéndoles creer que hay averías cuando lo que están haciendo es una huelga. Y los pasajeros se cabrean, normal. Por si eso no fuera del todo creíble, Metro agrega que un grupo de veinte jóvenes (muy socorrido eso de los "jóvenes") protestaron por la avería y decidieron no salir de un vagón, a pesar de las indicaciones del conductor y de los agentes de seguridad interna. Fue entonces que la empresa alertó del incidente a la Policía Nacional, "que consiguió desalojar a los 'okupas'". Si ya usamos la palabra "okupa", no hace falta agregar nada más. Todavía no se llegó a los niveles de Argentina. En noviembre del 2005 hubo al menos 21 heridos y 87 detenidos en las inmediaciones de la estación ferroviaria de Haedo, Buenos Aires, en los incidentes originados tras un motín “contra la estafa de las privatizaciones y contra la ineptitud de los gobernantes”, que finalizó con una brutal represión policial.
Pero todo se andará. La familia del detenido en el motín del metro de Madrid busca testigosTeresa Hernando 12 de enero.- Los incidentes que han ocurrido en el metro esta mañana han acabado con un joven detenido. Ese joven es mi sobrino. Hugo. Un chico de 19 años completamente normal. Alegre y vitalista, pero que a raíz de este suceso está pasando por una de las peores experiencias de su vida. Estudia segundo curso de Derecho en la Universidad Carlos III y además recibe clases de música en el Conservatorio Teresa Berganza.
Esta mañana, Hugo iba a clase como cualquier otro día, pero se vio envuelto en los incidentes del metro de la línea 6. Hugo quiere ser abogado y cree en la defensa de los derechos de las personas. Pero esta vez, su ideal le ha costado demasiado caro. La Policía ha respondido a sus reivindicaciones pegándole, esposándole y deteniéndole. La Policía le acusa, entre otras cosas, de "atentado contra la autoridad" y "desobediencia", dos cargos muy graves por los que pueden mantenerlo retenido hasta tres días. Y en esa situación, en una comisaria de Moratalaz, se encuentra Hugo. Él está hundido y sus padres, destrozados. No saben qué hacer y buscan ayuda. Ninguno de ellos se merece vivir una experiencia como ésta.Los familiares de Hugo queremos que salga en libertad cuanto antes. Y para ello pedimos a todas las personas que esta mañana han sido testigos de su detención que se pongan en contacto con nosotros para poder recabar testimonios que ayuden en su defensa. Este es el e-mail al que se pueden dirigir: gredosvet@tiscali.es.




miércoles, 10 de enero de 2007

La ONU denuncia a sus propios cascos azules por violaciones a niñas


La Organización de Naciones Unidas (ONU), que es la encargada de las "misiones de paz" en los conflictos belicos, ha dado orden de repatriar a cuatro de sus soldados (Cascos azules) destinados en Bangladesh , acusados de violaciones y abusos sexuales a niñas y mujeres. En este momento al menos trece soldados de la ONU estan siendo investigados por violaciones de una veintena de niñas. Estos supuestos escandalos militares no son si no lo que demuestra que las "misiones de paz" que la ONU encarga a sus soldados son meras pantomimas de un ejercito que lejos de llevar y establecer la paz, arrasa e implanta aún más si cabe el crimen indiscriminado contra una población indefensa ante los intereses economicos y politicos de las grandes potencias mundiales.

Ningún ejercito defiende la paz.
Fdo.:El Blog opina

La ONU ha repatriado a cuatro cascos azules de Bangladesh que están acusados de cometer abusos sexuales y violaciones en Sudán, ha informado hoy la portavoz del organismo, Michelle Montas. Las repatriaciones se produjeron "hace meses", con anterioridad a que el británico Daily Telegraph denunciara esta semana la existencia de casos de violaciones por parte de miembros de la misión militar de la ONU en el país africano, ha precisado la portavoz.
"No habíamos informado del asunto hasta ahora porque se trataba de un proceso en curso", ha explicado Montas, al señalar que otras 13 personas de la misión militar de la ONU en Sudán se encuentran "bajo investigación". Desde Jartum, las autoridades locales del sur de Sudán confirmaron hoy la investigación abierta por la ONU sobre algunos de sus funcionarios y cascos azules destacados en Juba por presunto abuso sexual de menores, y expresaron su profunda preocupación por esos hechos.
Montas, que no reveló en Nueva York la nacionalidad de los 13 cascos azules investigados, ha agregado que los cuatro repatriados fueron entregados a las autoridades de Bangladesh, que "son las que tienen que tomar ahora medidas disciplinarias".
Según el Daily Telegraph, el régimen de Jartum tendría grabaciones en las que se recoge la violación de al menos una veintena de niñas, algunas de 12 años, por parte del personal de la ONU en Juba, en el sur sudanés. La denuncia coincide con una polémica entre el Gobierno sudanés de Jartum y Naciones Unidas sobre el envío de una nueva misión militar de la ONU al país africano, en este caso para pacificar la región de Darfur, en el oeste. El régimen de Jartum es contrario a ese nuevo destacamento, que ha sido aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU. Las denuncias de violaciones cometidas por cascos azules de Naciones Unidas en Sudán tienen como principal precedente los casos registrados en República Democrática del Congo (RDC). La ONU ha tomado desde 2004 medidas disciplinarias contra 179 miembros su misión civil y militar en ese otro país africano, que fueron acusados de abusos sexuales sobre menores. Las denuncias de Sudán son las primeras que se divulgan desde que el surcoreano Ban Ki-moon comenzó el martes su mandato como nuevo secretario general de las Naciones Unidas.

Fuente: Agencia EFE/Extraido de: www.antimilitaristas.org